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El ensayo es un texto de una extensión variable, aunque generalmente es breve, en prosa, expositivo y con intención de persuadir a un lector hipotético sobre un punto, un problema o un aspecto de la realidad que se trata de manera que no se agota, sino que presenta el proceso por el que el autor llega a sus conclusiones. Esto significa que muestra cómo se gesta la postura que el autor asume y, por tanto, puede abordar cualquier tema y utilizar recursos para convencer y argumentar cómo llegar al punto de vista del autor. Su objetivo es ese: convencer a un lector no especializado de la postura del escritor, sin que el lector dé por cerradas todas sus inquietudes sobre un asunto, sino que encuentre una forma novedosa de acercarse a este.


Por lo mismo, el ensayo no debe confundirse con un artículo científico, con textos informativos ni con columnas de opinión. Es cierto que para escribir el ensayo debemos documentarnos, pero la documentación no tiene que ser presentada exhaustivamente como parte del texto.

Y por supuesto, que el autor tome una posición no implica que esté dando simplemente su opinión. Como irás viendo, siempre hay un balance entre los argumentos que presenta el escritor y su visión de mundo. De hecho, es gracias a esa construcción que presenciamos en el ensayo que logramos comprender su postura.


Para definir al ensayo como género literario debemos ir a Michel de Montaigne, quien se considera el iniciador de esta forma en el siglo XVI. En los últimos años del mismo siglo, Francis Bacon publicaba también sus primeros ensayos, y por ello se podría hablar de una tradición anglosajona y otra de origen francés en el ensayo. Ya que en su momento no existía como género literario, Montaigne llamó a su experimento un intento, un acercamiento a las ideas: un ensayo.


La formación en la escritura de ensayos para el CNE

Este espacio busca promover la participación en el concurso, para lo que se ofrecen herramientas de escritura de ensayo; se promueve la evaluación de fuentes, el pensamiento crítico y la argumentación, y se ofrece ampliar los repertorios en el género.

Este es una suerte de espacio de formación en el que cada persona podrá seguir algunas rutas para comprender los procesos de escritura de ensayos literarios, sin que con esto se quiera agotar el tema. Por el contrario, lo que se desea es que este material sugiera, tanto a los que lo tomen de manera directa, como a los mediadores (docentes, promotores, padres de familia, etc.), rutas para explorar y proponer sus propios acercamientos a la escritura de un género que, aunque es quizá el más extendido actualmente en el mundo, pareciera ser el más desconocido.

Aquí encontrarás videos que tratan puntos clave a tener en cuenta para el proceso de escritura de ensayos, a manera de orientación. Cada video está acompañado de una guía que profundiza en los temas centrales y propone ejercicios que pueden ser replicables.

FORMACIÓN EN ENSAYO

DECÁLOGO PARA ESCRIBIR ENSAYOS DEL CNE

  • Identifica los temas de tu interés y los problemas que existen, relacionados con estos. Pocas veces lograrás apasionarte por algo que no te importe.
  • Indaga, infórmate y toma nota de lo que encuentres sobre el tema que has encontrado y los problemas hallados. Puede que, al conocer más, llegues a hallar problemas distintos a los que te planteabas.
  • Ten en cuenta que los problemas que logres advertir no deben estar ya resueltos por otra persona o, al menos, no de la misma forma en que tú crees que se debe resolver.
  • Sé sistemático. Identifica términos importantes o clave para realizar las búsquedas. Te ayudarán más, al llegar a una ciudad desconocida, si preguntas por un lugar específico de ella y no si estás en esa ciudad.
  • Encuentra distintos puntos de vista y busca tener la información más relevante y actualizada posible. Con seguridad, algo de más sabemos sobre el sistema solar de lo que sabía Copérnico.
  • Ten en cuenta que tus fuentes sean confiables. No es buena idea que te bases en lo que te envía tu tío por WhatsApp, a no ser que de eso se trate tu ensayo.
  • Establece tu posición sobre ese tema que te preocupa, pero hazlo con argumentos. Para ello, lo mejor es que pienses primero en los argumentos que tienes porque así construirás tu postura. Si lo haces al revés, puede que solo fuerces lo que has encontrado a que diga lo que quieres decir, y puede que ello te lleve a errores.
  • Piensa en la estructura que tendrá tu texto, antes de escribirlo. ¿Qué asuntos tratarás primero? ¿Plantearás una discusión entre varios puntos de vista o usarás otra estrategia? ¿Por qué caminos llegarás a las conclusiones? Mucho cuidado: incluso tejer una maraña implica ser diestro en el arte de la planificación.
  • Por lo que más quieras, no plagies. Una cosa es citar a un autor y otra, hacer pasar sus ideas como propias. Ten en cuenta que tus ideas valen y se trata de hacer que los demás les encuentren ese valor. Y en todo caso, siempre habrá alguien más listo que tú que te descubra.
  • Tu ensayo es, ante todo, un ejercicio de seducción. Debes lograr que el lector quede atrapado de inmediato para continuar la lectura y que, al terminar, quiera seguirte leyendo. Por supuesto, para gustos, colores, pero tendrás más colores disponibles con muy buenos argumentos.

ENSAYOS RECOMENDADOS

Michel de Montaigne

Te enfrentas ahora al que se considera el primer paso en el camino del ensayo por la historia de la literatura y el pensamiento. Montaigne, uno de los principales humanistas franceses del siglo XVI, publicó en 1580 estos essais, porque los pensaba como intentos, tentativas o aproximaciones a este experimento literario con el que concretó un nuevo género, del que desde entonces nos servimos para entender al mundo. Antes de recorrer este histórico primer ensayo, escuchemos la advertencia que el propio autor nos hace y empecemos a reír: «Así, lector, sabe que yo mismo soy el contenido de mi libro, lo cual no es razón para que emplees tu vagar en un asunto tan frívolo y tan baladí. Adiós, pues».