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  1. ¿Qué tal si definimos un poco qué es el ensayo?
    • El ensayo es la conversación de una mente consigo misma frente a un tema. Nació como exploración personal (Montaigne) y, en nuestra lengua, Alfonso Reyes lo llamó el “centauro de los géneros” porque combina pensamiento y forma. Virginia Woolf mostró que puede ser íntimo y a la vez crítico; María Zambrano habló de una razón poética: pensar con ideas y con imágenes. Un buen ensayo propone una tesis, formula preguntas, ofrece argumentos y contraargumentos, dialoga con lecturas y experiencias, y cuida su estilo para persuadir y conmover con claridad.                  
       
  2. ¿Por qué elegirlo?
    • Porque te interesa pensar con método sin perder belleza verbal.
    • Porque ves el ensayo como herramienta para aprender a pensar y compartir criterios.
    • Porque disfrutas construir una tesis y sostenerla con ejemplos, datos y reflexiones.                  
       
  3. ¿Quién puede participar?
    • Categorías: juvenil y adulta.                  
       
  4. ¿Cómo sé si esta es la categoría para mí?
    • Sueles armar cadenas de ideas hasta llegar a una conclusión.
    • Prefieres moverte en el terreno de lo real y lo comprobable.
    • Tienes muchas preguntas y buscas respuestas razonadas.
    • Te gusta ordenar y relacionar conceptos con rigor y sensibilidad.                  
       
  5. Pistas rápidas para escribir (y revisar) tu ensayo
    • Tesis clara (¿qué afirmas?).
    • Estructura: introducción que plantea el problema; desarrollo con argumentos y refutaciones; conclusión que abre o cierra con proyección.
    • Fuentes bien integradas (cuando aplique) y voz propia.
    • Ejemplos concretos que aterricen la idea.
    • Revisión de cohesión, lógica y estilo (precisión y elegancia).                  
       
  6. Historias de paz en el ensayo (sin literalidad)
    • Puedes reflexionar sobre memoria y reconciliación, escuela y convivencia, territorio y cuidado, artes y diálogo, o experiencias comunitarias que te permitan pensar la paz desde argumentos y sensibilidad. No es necesario usar la palabra “paz”: basta con iluminar el tema desde tu mirada.

Recuerda: la creatividad está al alcance de todos, pero el oficio se cultiva con lectura, práctica y revisión. Corregir no es un castigo; es el momento en que el texto deja de echar chispas y empieza a ser luz

Decálogo para escribir ensayos del CNE

1

Elige un tema significativo: antes de empezar a escribir, reflexiona sobre un tema que despierte tu interés y que desees explorar en profundidad.

 
2

Formula una pregunta central y respóndela: define la pregunta que guiará tu ensayo y dale una respuesta.

 
3

Estructura tu argumento: organiza tus ideas de manera clara y lógica, asegurándote de que cada párrafo contribuya a la respuesta de tu pregunta central.

 
4

Apoya tus afirmaciones: utiliza evidencia y ejemplos concretos para respaldar tus argumentos, haciendo referencia a fuentes confiables que enriquezcan tu perspectiva.

 
5

Mantén un tono crítico y reflexivo: invita a la reflexión y al cuestionamiento, mostrando diferentes puntos de vista y planteando las implicaciones de tus argumentos.

 
6

Utiliza un lenguaje claro y accesible: evita jerga innecesaria y busca un estilo que permita a tus lectores comprender fácilmente tus ideas.

 
7

Conecta con tus experiencias: relaciona tu tema con vivencias personales o contextos sociales, enriqueciendo así tu ensayo con una perspectiva única.

 
8

No temas explorar: el ensayo es un espacio de exploración; permite que tus ideas fluyan y no te limites a un enfoque rígido.

 
9

Revisa y edita: dedica tiempo a revisar tu trabajo. La claridad y la cohesión son clave; asegúrate de que tu ensayo comunique efectivamente tu mensaje.

 
10

Escribe desde el corazón: no te obsesiones con lo que los jurados esperan. Escribe con autenticidad y pasión; solo así lograrás crear un ensayo que resuene con los demás.

 

Conoce más sobre el género del ensayo en la Caja de Herramientas.

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